martes, 27 de febrero de 2018

ESTE SÁBADO COMENZAMOS CON EL REPARTO DE PAPELETAS DE SITIO Y TÚNICAS

Todos los hermanos que vayan a realizar la estación de penitencia como nazarenos 
este Viernes Santo deberán retirar obligatoriamente su papeleta de sitio (y en su 
caso la túnica) los sábados: 3 y 10 de marzo de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 
horas. Desde la Diputación de Gobierno se ruega a todos los hermanos que acudan 
los días indicados a fin de facilitar la organización de la Cofradía, pudiendo realizar 
tal gestión personalmente o bien a través de un familiar o conocido. La cuota de 
salida, como en años anteriores, está fijada en 20 euros, siendo gratuita para 
aquellos hermanos que tengan dificultades para abonarla. 


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lunes, 26 de febrero de 2018

FOTOS DE NUESTRO BESAMANOS

Fotos tomadas en la jornada de este domingo al encontrarse Nuestra Madre en solemne ceremonia de besamanos.

Dedicadas humildemente y con mucho cariño a aquellos hermanos y devotos que aun queriendo poder estar junto a Ella,por causas mayores no han podido.
























 







viernes, 23 de febrero de 2018

ESTE DOMINGO NUESTRA MADRE NOS ESPERA EN CEREMONIA DE SOLEMNE BESAMANOS

Durante todo este próximo domingo, 25 de febrero, se expondrá en ceremonia de besamanos nuestra Madre, comenzando el acto tras la Santa Misa de 11:00 y culminándose con el ejercicio de Vísperas a las 20:30 horas.

Ni que decir tiene que sería un bello gesto el que acudiéramos a este emotivo y sentido acto como prueba del amor y cariño que le profesamos, como hijos suyos que somos, a la que es Madre de Cristo y Madre nuestra.

NO FALTES A BESAR SUS VIRGINALES MANOS,ELLA NOS ESPERA,COMO SIEMPRE,EN LA PARROQUIA DE SAN PEDRO ESTE DOMINGO.

¿DE VERDAD NO DISPONES DE UN RATITO TAN SÓLO PARA ELLA?



QUE REPIQUEN LAS CAMPANAS

DE TODO EL ORBE CRISTIANO

QUE LA REINA DE SAN PEDRO

ESTA HOY DE BESAMANOS


(JM. Prado)


EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 2º DE CUARESMA – CICLO B – (25-2-2018)

Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 2-10


“En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.

Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: - «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Ellas.»

Estaban asustados, y no sabía lo que decía.

Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube:

- «Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.»

De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.

Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:

- «No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»

Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».”



NO CONFUNDIR A NADIE CON JESÚS


Este es mi Hijo amado. Escuchadlo.

Según el evangelista, Jesús toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, los lleva aparte a una montaña, y allí «se transfigura delante de ellos». Son los tres discípulos que, al parecer, ofrecen mayor resistencia a Jesús cuando les habla de su destino doloroso de crucifixión.

Pedro ha intentado incluso quitarle de la cabeza esas ideas absurdas. Los hermanos Santiago y Juan le andan pidiendo los primeros puestos en el reino del Mesías. Ante ellos precisamente se transfigurará Jesús. Lo necesitan más que nadie.

La escena, recreada con diversos recursos simbólicos, es grandiosa. Jesús se les presenta «revestido» de la gloria del mismo Dios. Al mismo tiempo, Elías y Moisés, que según la tradición, han sido arrebatados a la muerte y viven junto a Dios, aparecen conversando con él. Todo invita a intuir la condición divina de Jesús, crucificado por sus adversarios, pero resucitado por Dios.

Pedro reacciona con toda espontaneidad: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». No ha entendido nada. Por una parte, pone a Jesús en el mismo plano y al mismo nivel que a Elías y Moisés: a cada uno su tienda. Por otra parte, se sigue resistiendo a la dureza del camino de Jesús; lo quiere retener en la gloria del Tabor, lejos de la pasión y la cruz del Calvario.

Dios mismo le va a corregir de manera solemne: «Éste es mi Hijo amado». No hay que confundirlo con nadie. «Escuchadle a él», incluso cuando os habla de un camino de cruz, que termina en resurrección.

Sólo Jesús irradia luz. Todos los demás, profetas y maestros, teólogos y jerarcas, doctores y predicadores, tenemos el rostro apagado. No hemos de confundir a nadie con Jesús. Sólo él es el Hijo amado. Su Palabra es la única que hemos de escuchar. Las demás nos han de llevar a él.

Y hemos de escucharla también hoy, cuando nos habla de «cargar la cruz» de estos tiempos. El éxito nos hace daño a los cristianos. Nos ha llevado incluso a pensar que era posible una Iglesia fiel a Jesús y a su proyecto del reino, sin conflictos, sin rechazo y sin cruz. Hoy se nos ofrecen más posibilidades de vivir como cristianos «crucificados». Nos hará bien. Nos ayudará a recuperar nuestra identidad cristiana.

José Antonio Pagola.
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jueves, 22 de febrero de 2018

PRESENTACIÓN DE UN CARTEL DEDICADO A NUESTRA HERMANDAD

Organizado por nuestra Diputación Mayor de Gobierno,el próximo sábado 3 de marzo,a las 20:30 horas y en el salón de actos de nuestra parroquia, se procederá a la presentación de un cartel dedicado a nuestra corporación y cuyo autor es Carlos Grande.

Rogamos la asistencia a este cofradiero acto de todos nuestros hermanos y devotos en general.


ESTE DOMINGO NUESTRA MADRE ESTARÁ EN DEVOTO BESAMANOS

Durante todo el domingo 25 de febrero se expondrá en ceremonia de besamanos nuestra Titular, comenzando el acto tras la eucaristía parroquial de las 11.00 horas y culminándose a las 20.30 horas, con el ejercicio de Vísperas y oración final a la Santísima Virgen.


Ni que decir tiene que sería un bello gesto el que acudiéramos a este emotivo y sentido acto como prueba del amor y cariño que le profesamos, como hijos suyos que somos, a la que es Madre de Cristo y Madre nuestra.


¿Qué decir de un besamanos?

¿Es una exposición de enseres? ¿Es una ocasión para el deleite estético? ¿Es un día para estrenar una corbata? ¿Es una ocasión para saludar a mucha gente? ¿Es una oportunidad de presumir de que somos unos "manitas" montando cortinas o poniendo flores?

Creo que no. Un besamanos es (o debe ser) otra cosa.

Un besamanos es un acto simbólico en el que queremos mostrar nuestra devoción a la Santísima Virgen representada en una determinada imagen sacra. Mediante el besamanos simbolizamos plásticamente que Ella reina en nuestras vidas porque es nuestro referente, nuestra guía, imagen modélica de todo discípulo de Cristo por su fidelidad y su confianza, y que estamos dispuestos a imitarla a pesar de nuestros múltiples fallos.

Acudamos a nuestro besamanos con ese espíritu dejando a un lado otras cuestiones secundarias. Que sea un día dedicado a nuestra Virgen, en el que sepamos encontrar momentos de recogimiento para entrar en oración con Dios por mediación suya. Que saquemos el compromiso de imitarla en el seguimiento de Jesús.

Y no olvidemos que nuestra Virgen además de una bellísima representación de la Madre de Dios es también un símbolo de nosotros mismos, de nuestra Hermandad.

Ella es nuestro mejor estandarte.

En Ella hay prendidas oraciones de muchas personas que nos antecedieron. Sobre sus manos aun podemos encontrar calientes besos que dieron un día hermanos que ya gozan de la gloria eterna.

A Ella hemos encomendado a personitas que aun no han nacido.

A Ella rezarán otros que vendrán detrás y que no conoceremos... pero todos fueron, somos y serán COFRADES LAURETANOS por la Gracia de Dios.


CUARESMA Y SEMANA SANTA 2018

- BESAMANOS A NUESTRA SEÑORA DE LORETO EN SU SOLEDAD

El domingo 25 de febrero se expondrá en ceremonia de besamanos nuestra
Titular, comenzando el acto tras la eucaristía parroquial de las 11.00 horas y
culminándose a las 20.30 horas, con el ejercicio de Vísperas y oración final a la
Santísima Virgen.


- REPARTO DE PAPELETAS DE SITIO Y TÚNICAS

Todos los hermanos que vayan a realizar la estación de penitencia como nazarenos
este Viernes Santo deberán retirar obligatoriamente su papeleta de sitio (y en su
caso la túnica) los sábados: 3 y 10 de marzo de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00
horas. Desde la Diputación de Gobierno se ruega a todos los hermanos que acudan
los días indicados a fin de facilitar la organización de la Cofradía, pudiendo realizar
tal gestión personalmente o bien a través de un familiar o conocido. La cuota de
salida, como en años anteriores, está fijada en 20 euros, siendo gratuita para
aquellos hermanos que tengan dificultades para abonarla. 


- SOLEMNE QUINARIO PENITENCIAL

Se desarrollará durante los día 6 al 10 de marzo a las 20:00 horas,consistente en
rezo del Santo Rosario, Letanías Lauretanas, ejercicio del Quinario, Exposición de
Su Divina Majestad, Ejercicio de Vísperas, Sermón, Adoración, Bendición y Reserva.
El último día, recepción canónica de los nuevos hermanos y procesión claustral con
el Santísimo Sacramento del Altar. 


- FUNCIÓN PRINCIPAL DE INSTITUTO

El acto más importante del año cofrade se celebrará el domingo 11 de marzo a las
12:30 horas. Al ofertorio de esta solemne Eucaristía, la Hermandad renovará su
adhesión incondicional a la Santa Madre Iglesia mediante pública protestación de
fe. Al término de la misma, almuerzo de Hermandad.



" Invito especialmente a los miembros de la Iglesia a emprender con celo el camino
de la Cuaresma, sostenidos por la limosna, el ayuno y la oración. Si en muchos corazones a veces da la impresión de que la caridad se ha apagado, en el corazón de Dios no se apaga. Él siempre nos da una nueva oportunidad para que podamos empezar a amar de nuevo. "


Papa Francisco, Mensaje para la Cuaresma 2018




Vicente Lozano González                                                           Bella Calderón Padilla

Hermano Mayor                                                                         Secretaria

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lunes, 19 de febrero de 2018

CABILDO GENERAL ORDINARIO INFORMATIVO SOBRE LA SALIDA PROCESIONAL

Estimado/a hermano/a:


De orden del señor Hermano Mayor, tengo el honor de convocarle al CABILDO 
GENERAL ORDINARIO INFORMATIVO SOBRE LA SALIDA PROCESIONAL     
que celebrará nuestra Hermandad el próximo día 15 de marzo del presente año, 
en nuestra sede canónica de la Parroquia del Apóstol San Pedro, a las 20:45 horas 
en primera convocatoria y a las 21:15 en segunda y última, con arreglo al siguiente Orden del Día: 



1. Lectura y aprobación del acta del anterior Cabildo General Ordinario celebrado.

2. Informe sobre la estación de penitencia a la S. I. Catedral a celebrar el próximo Viernes Santo.

3. Ruegos y preguntas. 

Lo que le comunico a los efectos de citación en Jerez de la Frontera, a 15 del
mes de febrero del año de Nuestro Señor de 2018, recordándole que todos los
hermanos mayores de 18 años, que hayan realizado la Recepción Canónica y con al
menos un año de antigüedad en la Cofradía tienen el derecho y el deber de asistir.
Nuestra Señora de Loreto en su Soledad le bendiga en todo momento.


Vicente Lozano González                                                       Bella Calderón Padilla

Hermano Mayor                                                                      Secretaria

viernes, 16 de febrero de 2018

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 1º DE CUARESMA – CICLO B – (18-2-2018)

Comienzo del santo evangelio según San Marcos 1,12-15


“En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto.

Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían.

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:

- «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio».”



EMPUJADOS AL DESIERTO


El Espíritu empujó a Jesús al desierto.

Marcos presenta la escena de Jesús en el desierto como un resumen de su vida. Señalo algunas claves. Según el evangelista, «el Espíritu empuja a Jesús al desierto». No es una iniciativa suya. Es el Espíritu de Dios el que lo desplaza hasta colocarlo en el desierto: la vida de Jesús no va a ser un camino de éxito fácil; más bien le esperan pruebas, inseguridad y amenazas.

Pero el «desierto» es, al mismo tiempo, el mejor lugar para escuchar, en silencio y soledad, la voz de Dios. El lugar al que hay que volver en tiempos de crisis para abrirle caminos al Señor en el corazón del pueblo. Así se pensaba en la época de Jesús.

En el desierto, Jesús «es tentado por Satanás». Nada se dice del contenido de las tentaciones. Sólo que provienen de «Satanás», el Adversario que busca la ruina del ser humano destruyendo el plan de Dios. Ya no volverá a aparecer en todo el evangelio de Marcos. Jesús lo ve actuando en todos aquellos que lo quieren desviar de su misión, incluido Pedro.

El breve relato termina con dos imágenes en fuerte contraste: Jesús «vive entre fieras», pero «los ángeles le sirven». Las «fieras», los seres más violentos de la creación, evocan los peligros que amenazarán siempre a Jesús y su proyecto. Los «ángeles», los seres más buenos de la creación, evocan la cercanía de Dios que bendice, cuida y defiende a Jesús y su misión.

El cristianismo está viviendo momentos difíciles. Siguiendo los estudios sociológicos, nosotros hablamos de crisis, secularización, rechazo por parte del mundo moderno… Pero tal vez, desde una lectura de fe, hemos de decir algo más: ¿No será Dios quien nos está empujando a este «desierto»? ¿No necesitábamos algo de esto para liberarnos de tanta vanagloria, poder mundano, vanidad y falsos éxitos acumulados inconscientemente durante tantos siglos? Nunca habríamos elegido nosotros estos caminos.

Esta experiencia de desierto, que irá creciendo en los próximos años, es un tiempo inesperado de gracia y purificación que hemos de agradecer a Dios. El seguirá cuidando su proyecto. Sólo se nos pide rechazar con lucidez las tentaciones que nos pueden desviar una vez más de la conversión a Jesucristo.

José Antonio Pagola.
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martes, 13 de febrero de 2018

MAÑANA ES MIÉRCOLES DE CENIZA : – CICLO B – (14-2-2018)

Cuaresma, un camino de conversión. La Cuaresma es un tiempo de preparación a la celebración pascual. Los católicos estamos convocados, personalmente y comunitariamente, a renovarnos. Nos ponemos en camino hacia la Pascua. El camino pasa por la conversión, la renuncia y la humildad. El signo austero de la ceniza nos recuerda que el Evangelio es nuestra creencia. La ceniza expresa la fragilidad, lo perecedero, la debilidad radical del ser humano, nuestro pecado y maldad. Las lecturas nos invitan a la conversión a recorrer día a día el camino que lleva a la Pascua.


Lectura del santo evangelio según san Mateo 6,1-6.16-18


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.

Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.

Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará."


CUARESMA Y CENIZA.


La Cuaresma es a menudo sinónimo de penitencia y privaciones, cuando de lo que se trata fundamentalmente y además de lo anterior, es de conversión y de vuelta a las fuentes evangélicas. Durante este periodo que precede a la Pascua los cristianos y la Iglesia están particularmente llamados a liberarse de las ataduras del pecado y de todo lo que conduce a él, a apartar los obstáculos que estorban el camino hacia Dios y el encuentro fraterno con los otros. Esto no se consigue sin renuncias. Pero estas renuncias son medios para liberar el cuerpo, el corazón y el espíritu de todo lo que dificulta la marcha, no objetivos que tengan un valor intrínseco. Aunque cuesten, no tienen nada de frustrante; todo lo contrario. Inspiradas por la fe en la misericordia y el amor de Dios, no producen absolutamente ninguna forma de tristeza debilitadora. La palabra de Dios traza los caminos de la verdad y de la vida. La oración mantiene su orientación sobrenatural y su apertura a la gracia. La caridad, por último, los guarda de todo tipo de repliegue sobre sí mismo y de formalismo.

La Cuaresma nos invita a tomar en serio las llamadas y advertencias de Dios, las enseñanzas y el ejemplo de Cristo, la fe y la esperanza en el Reino futuro. Todo ha de valorarse con criterios seguros: el mundo y cuanto contiene, los bienes de este mundo y la vida misma.

En la Cuaresma, Cristo nos precede y acompaña. Él ha vencido a Satanás superando sus tentaciones (primer domingo de los tres ciclos) y muestra su gloria para animar a sus discípulos en el arduo camino de la fe (segundo domingo de los tres ciclos). El es la fuente de agua viva, la luz que devuelve la vista a los ciegos y la vida a los muertos (ciclo A). Mesías crucificado, fuerza y sabiduría de Dios, ofrece la salvación a los que acuden a él, y, desde la cruz, atrae a todos los

hombres hacia él (ciclo B). Revela la paciencia y la infinita misericordia del Padre, que, con los brazos abiertos, acoge a sus hijos pródigos, e invita a la fiesta del regreso a los hijos que se han quedado en casa (ciclo C).

La Cuaresma tiende también a presentarse como un largo retiro espiritual. Mayor fidelidad y fervor en el cumplimiento de los compromisos religiosos, participación en especiales «prácticas espirituales», moderación en la bebida, la comida y las diversiones, actos de caridad y gestos de solidaridad hacia los más pobres, son, en esta perspectiva, otros tantos temas de la predicación cuaresmal tradicional. Pero todo eso no hace de la Cuaresma un paréntesis piadoso en la vida ordinaria de los cristianos y de la Iglesia. Su finalidad es mover a la experiencia de lo que la existencia cristiana personal y eclesial debería ser siempre. De hecho, durante los cuarenta días de la Cuaresma no se propone realmente nada extraordinario con respecto a las exigencias fundamentales del Evangelio. Más bien se nos recuerdan con insistencia para que, personal y comunitariamente, nos esforcemos por integrarlas o reintegrarlas mejor en la vida cotidiana, al precio, si es necesario, de cuestionamientos y reajustes. Porque la predicación del Señor, de los apóstoles y de la Iglesia urge a los fieles y a las comunidades a progresar sin cesar durante todo el año; no hay vida cristiana sin conversión continua. La primera lectura de cada domingo de Cuaresma evoca alguna de las grandes etapas de la historia de la salvación. Para comprender la novedad del Evangelio hay que tener presente lo que lo ha preparado misteriosamente. Esta rememoración dirige la mirada, no hacia el pasado, sino hacia el presente y el futuro, hacia el cumplimiento del designio de Dios hoy y la esperada vuelta del Señor.

Finalmente, la Cuaresma nos hace recorrer cada año, junto con los catecúmenos, las diversas etapas de la iniciación cristiana. «Convertíos en lo que sois!», repite sin cesar y de múltiples maneras la liturgia cuaresmal.

«Pues si bien los hombres renacen a la vida nueva principalmente por el bautismo, como a todos nos es necesario renovarnos cada día de las manchas de nuestra condición pecadora, y no hay nadie que no tenga que ser cada vez mejor en la escala de la perfección, debemos esforzarnos para que nadie se encuentre bajo el efecto de los viejos vicios el día de la redención. Por ello, en estos días, hay que poner especial solicitud y devoción en cumplir aquellas cosas que los cristianos deben realizar en todo tiempo».

(SAN LEÓN MAGNO, Sermón 6 sobre la cuaresma)

El Miércoles de Ceniza, con el que se inicia la Cuaresma, los cristianos son invitados a vivir un tiempo de recogimiento y de reflexión antes de emprender juntos el largo ascenso hacia la Pascua del Señor. Dios, por voz del profeta Joel , de san Pablo y del mismo Jesús, les recuerda la meta que han de alcanzar, los medios que utilizar y el espíritu con que deben caminar.

Este día comienza para la Iglesia y para los cristianos un itinerario de conversión a Dios, de quien el pecado los ha apartado: «Perdona. Señor, a tu pueblo» (primera lectura: Jl 2,12-18). «Ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación»; «En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios» (segunda lectura: 2Co 5,20—6,2). El ayuno, la oración y la limosna, las tres «prácticas» tradicionales de la Cuaresma, deben llevarse a cabo sin caer en la ostentación: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos»; tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará» (Mt 6,1-6.16-18). Jesús no niega el valor de la limosna ni de la oración ni del ayuno. Lo que hace es poner en guardia frente a las prácticas hechas por ostentación. Estas pueden engañar a los hombres, pero no a Dios, que ve las intenciones del corazón. Una advertencia siempre actual, porque el fariseísmo sigue acechando, hoy como ayer a las mejores prácticas.

Viene luego el rito propio de este día. La ceniza evoca en la Biblia todo lo caduco, lo que no tiene valor. Echarse ceniza en la cabeza era signo de duelo y arrepentimiento. Los cristianos adoptaron con toda naturalidad esta costumbre antigua, en particular cuando eran admitidos en el grupo de los penitentes (siglos III-V). No obstante, la imposición de la ceniza no se convirtió en un rito litúrgico de comienzo de la Cuaresma hasta el siglo X, en los países renanos, para pasar luego a Italia y finalmente a Roma (siglos XII-XIII).

Recibir la ceniza, en el marco de la celebración comunitaria, es confesar la pertenencia al pueblo de pecadores que se vuelve hacia Dios con confianza para resucitar con el Cristo de la Pascua, vencedor del pecado y de la muerte: «Convertíos y creed el Evangelio».

José Antonio Pagola.

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sábado, 10 de febrero de 2018

MIÉRCOLES DE CENIZA (14-02-18)

1.- ¿Qué es el Miércoles de Ceniza?
Es el primer día de la Cuaresma, es decir, de los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.

El Miércoles de Ceniza es una celebración contenida en el Misal Romano. En este se explica que en la Misa, se bendice e impone en la frente de los fieles la ceniza hecha de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior.


2.- ¿Cómo nace la tradición de imponer las cenizas?


La tradición de imponer la ceniza se remonta a la Iglesia primitiva. Por aquel entonces las personas se colocaban la ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un “hábito penitencial” para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.

La Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos casi 400 años D.C. y a partir del siglo XI, la Iglesia en Roma impone las cenizas al inicio de este tiempo.


3.- ¿Por qué se impone la ceniza?

La ceniza es un símbolo. Su función está descrita en un importante documento de la Iglesia, más precisamente en el artículo 125 del Directorio sobre la piedad popular y la liturgia:

“El comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el Rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de las cenizas, que distingue la Liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Se debe ayudar a los fieles, que acuden en gran número a recibir la Ceniza, a que capten el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual”.


4. ¿Qué simbolizan y qué recuerdan las cenizas?

La palabra ceniza, que proviene del latín "cinis", representa el producto de la combustión de algo por el fuego. Esta adoptó tempranamente un sentido simbólico de muerte, caducidad, pero también de humildad y penitencia.

La ceniza, como signo de humildad, le recuerda al cristiano su origen y su fin: "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gn 2,7); "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).


5.- ¿Dónde se puede conseguir la ceniza?


Para la ceremonia se deben quemar los restos de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. Estas son rociadas con agua bendita y luego aromatizadas con incienso.


6.- ¿Cómo se impone la ceniza?
Este acto tiene lugar en la Misa al término de la homilía y está permitido que los laicos ayuden al sacerdote. Las cenizas son impuestas en la frente, haciendo la señal de la cruz con ellas mientras el ministro dice las palabras bíblicas: «Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás», o «Conviértete y cree en el Evangelio».


7.- ¿Qué hacer cuando no hay sacerdote?

Cuando no hay sacerdote la imposición de cenizas puede realizarse sin Misa, de forma extraordinaria. Sin embargo, es recomendable que al acto se preceda con una liturgia de la palabra.

Es importante recordar que la bendición de las cenizas, como todo sacramental, solo puede realizarla un sacerdote o diácono.


8.- ¿A quién se puede imponer la ceniza?


Puede recibir este sacramental cualquier persona, inclusive no católica. Como especifica el Catecismo (1670 y siguientes) los sacramentales no confieren la gracia del Espíritu Santo como sí lo hacen los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia estos «preparan a recibirla y disponen a cooperar con ella».


9.- ¿Es obligatoria la imposición de las cenizas?

El Miércoles de Ceniza no es día de precepto y por lo tanto la imposición de ceniza no es obligatoria. No obstante, ese día concurre una gran cantidad de personas a la Santa Misa, algo que siempre es recomendable.


10.- ¿Cuánto tiempo hay que tener la ceniza en la frente?


Cuanto uno desee. No existe un tiempo determinado.


11.- ¿Es obligatorio el ayuno y la abstinencia?


El Miércoles de Ceniza es obligatorio el ayuno y la abstinencia, como en el Viernes Santo, para los mayores de 18 años y menores de 60. Fuera de esos límites es opcional. Ese día los fieles pueden tener una comida “fuerte” una sola vez al día.

La abstinencia de comer carne es obligatoria desde los 14 años. Todos los viernes de Cuaresma también son de abstinencia obligatoria. Los demás viernes del año también, aunque según el país puede sustituirse por otro tipo de mortificación u ofrecimiento como el rezo del rosario.


EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 6º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – (11-2-2018)

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 40-45

“En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:

- «Si quieres, puedes limpiarme.»

Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo:

- «Quiero: queda limpio.»

La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.

Él lo despidió, encargándole severamente:

- «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»

Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grades ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.”



DIOS ACOGE A LOS «IMPUROS»


De forma inesperada, un leproso «se acerca a Jesús». Según la ley, no puede entrar en contacto con nadie. Es un «impuro» y ha de vivir aislado. Tampoco puede entrar en el templo. ¿Cómo va a acoger Dios en su presencia a un ser tan repugnante? Su destino es vivir excluido. Así lo establece la ley.

A pesar de todo, este leproso desesperado se atreve a desafiar todas las normas. Sabe que está obrando mal. Por eso se pone de rodillas. No se arriesga a hablar con Jesús de frente. Desde el suelo, le hace esta súplica: «Si quieres, puedes limpiarme». Sabe que Jesús lo puede curar, pero ¿querrá limpiarlo?, ¿se atreverá a sacarlo de la exclusión a la que está sometido en nombre de Dios?

Sorprende la emoción que le produce a Jesús la cercanía del leproso. No se horroriza ni se echa atrás. Ante la situación de aquel pobre hombre, «se conmueve hasta las entrañas». La ternura lo desborda. ¿Cómo no va a querer limpiarlo él, que sólo vive movido por la compasión de Dios hacia sus hijos e hijas más indefensos y despreciados?

Sin dudarlo, «extiende la mano» hacia aquel hombre y «toca» su piel despreciada por los puros. Sabe que está prohibido por la ley y que, con este gesto, está reafirmando la trasgresión iniciada por el leproso. Sólo lo mueve la compasión: «Quiero: queda limpio».

Esto es lo que quiere el Dios encarnado en Jesús: limpiar el mundo de exclusiones que van contra su compasión de Padre. No es Dios quien excluye, sino nuestras leyes e instituciones. No es Dios quien margina, sino nosotros. En adelante, todos han de tener claro que a nadie se ha de excluir en nombre de Jesús.

Seguirle a él significa no horrorizarnos ante ningún impuro ni impura. No retirar a ningún «excluido» nuestra acogida. Para Jesús, lo primero es la persona que sufre y no la norma. Poner siempre por delante la norma es la mejor manera de ir perdiendo la sensibilidad de Jesús ante los despreciados y rechazados. La mejor manera de vivir sin compasión.

En pocos lugares es más reconocible el Espíritu de Jesús que en esas personas que ofrecen apoyo y amistad gratuita a prostitutas indefensas, que acompañan a sicóticos olvidados por todos, que defienden a homosexuales que no pueden vivir dignamente su condición… Ellos nos recuerdan que en el corazón de Dios caben todos.

José Antonio Pagola.
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sábado, 3 de febrero de 2018

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 5º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – (4-2-2018)

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 29-39

“En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.

Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron:

- «Todo el mundo te busca.»

Él les respondió:

- «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.»

Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.”



RETIRARSE A ORAR


En medio de su intensa actividad de profeta itinerante, Jesús cuidó siempre su comunicación con Dios en el silencio y la soledad. Los evangelios han conservado el recuerdo de una costumbre suya que causó honda impresión: Jesús solía retirarse de noche a orar.

El episodio que narra Marcos nos ayuda a conocer lo que significaba la oración para Jesús. La víspera había sido una jornada dura. Jesús «había curado a muchos enfermos». El éxito había sido muy grande. Cafarnaúm estaba conmocionada: «La población entera se agolpaba» en torno a Jesús. Todo el mundo hablaba de él.

Esa misma noche, «de madrugada», entre las tres y las seis de la mañana, Jesús se levanta y, sin avisar a sus discípulos, se retira al descampado. «Allí se puso a orar». Necesita estar a solas con su Padre. No quiere dejarse aturdir por el éxito. Sólo busca la voluntad del Padre: conocer bien el camino que ha de recorrer.

Sorprendidos por su ausencia, Simón y sus compañeros corren a buscarlo. No dudan en interrumpir su diálogo con Dios. Sólo quieren retenerlo: «Todo el mundo te busca». Pero Jesús no se deja programar desde fuera. Sólo piensa en el proyecto de su Padre. Nada ni nadie lo apartará de su camino.

No tiene ningún interés en quedarse a disfrutar de su éxito en Cafarnaúm. No cederá ante el entusiasmo popular. Hay aldeas que todavía no han escuchado la Buena Noticia de Dios: «Vamos… para predicar también allí».

Uno de los rasgos más positivos en el cristianismo contemporáneo es ver cómo se va despertando la necesidad de cuidar más la comunicación con Dios, el silencio y la meditación. Los cristianos más lúcidos y responsables quieren arrastrar a la Iglesia de hoy a vivir de manera más contemplativa.

Es urgente. Los cristianos, por lo general, ya no sabemos estar a solas con el Padre. Los teólogos, predicadores y catequistas hablamos mucho de Dios, pero hablamos poco con él. La costumbre de Jesús se olvidó hace mucho tiempo. En las parroquias se hacen muchas reuniones de trabajo, pero no sabemos retirarnos para descansar en la presencia de Dios y llenarnos de su paz.

Cada vez somos menos para hacer más cosas. Nuestro riesgo es caer en el activismo, el desgaste y el vacío interior. Sin embargo, nuestro problema no es tener muchos problemas, sino tener la fuerza espiritual necesaria para enfrentarnos a ellos.

José Antonio Pagola.
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